Por Lourdes Rius, psicóloga de la FETB en el CDIAP (Centro de Desarrollo Infantil y Atención Precoz) de Gràcia
Ya se avecina la tan deseada y a la vez temida época de vacaciones escolares. ¿Qué hacemos con los niños/as? Esta pregunta, como ya sabéis, no tiene una única respuesta, tiene muchísimas. Intentaré daros algunas ideas.
Si los progenitores trabajan y no hay ayudas externas, o no queréis/podéis utilizarlas, una de las opciones más elegidas son los numerosos casales que hay por el territorio. Seguro que preguntando a los centros educativos o Ayuntamientos pueden daros diferentes referencias de entidades que llevan a cabo este tipo de ocio en verano.
Yo me centraré en cuando progenitores y niños/as pueden tener tiempo compartido, sin ir a trabajar y sin actividad escolar o extraescolar. ¿Qué actividades podemos realizar con los pequeños y las pequeñas cuando están de vacaciones y los padres podemos estar con ellos/as?
– Los ratos que elijáis estar en casa podéis aprovechar para hacer aquellas cosas para las cuales cuesta encontrar tiempo durante el año. Podéis cocinar juntos, hacer zumos, batidos. Podéis pintar, hacer manualidades. Rasgar papel, recortar, barro, plastilina. Podemos hacer juego compartido con aquellos juguetes que tenemos por casa. Es necesario escuchar, estar atento/a, a las propuestas que nos hacen los niños/as e intentar siempre enriquecer un poco más el juego del cual parten.
– Una actividad quizá no tan atractiva de entrada, pero que es importante para que los más pequeños adquieran autonomía, es ir incorporándolos en la medida de sus posibilidades en las tareas de casa. Pueden ayudar con supervisión adulta a lavar utensilios de la cocina, ayudar a guardar la ropa y otras pequeñas labores domésticas adaptadas a su edad. También es interesante poder dedicar tiempo a las labores de autonomía personal. Que elijan su ropa, ser pacientes mientras se visten, lavarse los dientes, hacer una mochila para salir de casa… Ir nombrando y acompañando en las diferentes tareas que durante el año muchas veces hacemos los adultos porque el reloj marca nuestro paso.
– ¡Cantad mucho! Las canciones son muy importantes para el desarrollo emocional y el lenguaje.
– También podemos realizar y disfrutar de actividades fuera de casa que van ligadas a la temporada de verano, como bañarse en la piscina o la playa. Recuerda siempre vigilar continuamente a los más pequeños/as mientras estén en un espacio donde haya agua. No salgáis en las horas de máximo calor, mejor a primera hora de la mañana o al final de la tarde. Para ellos y ellas no sólo es divertido disfrutar del agua, el camino de ida también puede ser una aventura si tenemos que tomar algún transporte, o podemos ir paseando por la calle.
– En verano, como durante todo el año, también podéis aprovechar para ir a las bibliotecas que tengáis por el barrio. Podéis leer cuentos, los hay de todos los tipos y para todas las edades. ¡Muchas de ellas programan actividades como cuenta cuentos y en verano se está fresquito!
A pesar de ser temporada de vacaciones os recomiendo seguir unas mínimas rutinas de sueño y comidas. Ya sabemos que el verano -y las vacaciones- comportan por sí mismas algo de descontrol y desenfreno, pero con los más pequeños y pequeñas es importante mantener un mínimo de estructura en los horarios, ya que esto les ayuda a anticipar y regularse.
La palabra anticipación es también importante en la pequeña infancia. Todo lo que podáis explicar y estructurar de lo que pasará al día siguiente les ayuda a poder estar más tranquilos y adaptarse mejor.
El consejo más importante es poder dedicar tiempo a vuestros hijos e hijas, adaptándoos al ritmo de los más pequeños, independientemente de la actividad que elijáis. Poder hacer con tiempo, dedicación, paciencia, prestando atención, poniendo palabras, escuchándolos y atendiendo sus necesidades. Durante el curso son muchas las veces que ellos/as deben adaptarse a las prisas adultas y a los tempos que marca el día a día. Disfrutemos de compartir.