TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA) | ABORDAJE EN EL CDIAP

La logopeda Marta Alomar y la terapeuta ocupacional y psicomotricista Inma Villa explican cómo trabajan desde sus disciplinas con niños/as que tienen un Trastorno del Espectro Autista (TEA) en el CDIAP (Centro de Desarrollo Infantil y Atención Precoz) de Gràcia.

Cómo se trabaja el TEA desde la Logopedia

Por Marta Alomar

El trabajo que realizamos como logopedas con niñas y niños con TEA es diverso e implica conocer las características propias de cada niño/a y su familia. Desde el CDIAP, al centrarse en la primera infancia, a menudo buscamos potenciar aquellos aspectos de base que son muy importantes a la hora de desarrollar el lenguaje: los llamados previos comunicativos. Éstos son todos aquellos signos de comunicación no verbal que hacen que dos personas puedan llevar a cabo un acto comunicativo con éxito (por ejemplo el contacto visual, la atención conjunta y el uso de gestos como señalar, asentir…) y que normalmente vemos afectados en el autismo.

El lenguaje es la herramienta que las personas tenemos para comunicarnos, y es a través del deseo de compartir con el otro que el niño/a empieza a utilizar las primeras vocalizaciones, que posteriormente pasan a ser palabras, y frases que finalmente se estructuran en el discurso. Por eso la intervención varía y debe adaptarse al momento de desarrollo en que se encuentre el niño o niña. En un inicio quizás sea necesario incidir en el uso del balbuceo comunicativo para después centrarnos en estimular el aumento de vocabulario, o trabajar la estructura de las frases.

Como en todas las áreas de intervención, también buscamos acercar a la familia a las necesidades que el niño/a presenta en ese momento, dándoles herramientas y ayudando a encontrar las estrategias que mejor se adapten a sus capacidades y singularidades para favorecer el desarrollo del lenguaje de sus hijas e hijos, puesto que la mejor intervención es aquella que conscientemente pueden aplicar las familias en su día a día.

Marta Alomar y Carreira es logopeda. Trabaja en la FETB en el CDIAP de Gràcia.

Cómo se trabaja el TEA desde la Terapia ocupacional y la Psicomotricidad

Por Inma Villa

Desde la Terapia ocupacional miramos a las personas como seres globales, las cuales tenemos muchas fortalezas y también dificultades.

Nuestro gran objetivo, y a su vez un reto constante, es que cada persona pueda alcanzar el máximo de independencia y autonomía en todos los ámbitos de su vida diaria, teniendo en cuenta su edad, el contexto en el que se desarrolla y sus intereses.

Cuando hablamos de TEA en niños y niñas pequeños/as, estamos ante un escenario lleno de espacios por descubrir que nos ayudarán a entender por qué tienen según qué comportamientos en determinadas situaciones.

Algunas de las características que pueden presentar los niños y niñas con TEA están relacionadas con tener sensibilidades distintas. Éstas pueden afectar a la alimentación, ya que a veces se muestran selectivos/as a la hora de introducir alimentos en la boca por su textura, su olor, su color e incluso su forma. También pueden molestarles algunos tejidos, los ruidos, que les corten las uñas o el cabello. Pueden ser niños/as muy movidos o todo lo contrario. No siempre les es fácil el control de esfínteres o sentarse en la taza del inodoro.

Desde la Terapia ocupacional trabajamos proporcionando diferentes estímulos sensoriales (táctiles, vestibulares, propioceptivos, etc.) que son adaptados a los niños/as para que puedan registrarlos, tolerarlos y discriminarlos, y así dar una respuesta adaptada según la necesidad de la situación. Los estímulos que reciben, según el momento, serán para fomentar la participación, y otros para relajar y dar seguridad a la hora de realizar una tarea.

Desde la Psicomotricidad queremos acompañar a los niños/as a la hora de organizar sus movimientos corporales, tanto para dar seguridad como para proporcionar calma, según sea necesario. Cualquier emoción que sentimos la expresamos con nuestro cuerpo y de ahí la importancia de dar espacio a la práctica psicomotriz, que facilita la maduración psicológica a través de la acción/expresión motriz y el juego espontáneo.

Inma Villa es terapeuta ocupacional y psicomotricista. Trabaja en la FETB en el CDIAP de Gràcia.